Las láminas galvanizadas son una placa fabricada de acero, sometidas a proceso de inmersión en el que se recubren de zinc, provocando que estas se conviertan en un material más resistente ante la corrosión.
Dicho recubrimiento genera que estas láminas sean más duraderas e incrementando su capacidad de resistir a los agentes corrosivos que generalmente destruyen con facilidad el aluminio.
Son fabricadas con el objetivo de cubrir superficies y/o techar cierto tipo de estructuras, gracias a la flexibilidad que ofrecen y la variedad de modelos en que pueden encontrarse. Dentro del sector de la construcción pueden ser utilizadas para el desarrollo de casetas o para recubrir edificios, convirtiéndose en uno de los materiales más utilizados en las construcciones industriales para la fabricación de algunos implementos y herramientas.